Volviendo al tema del tarot, hay una cuestión que me ha estado molestando un poco últimamente y es la inclusión de trozos de astrología en las cartas del tarot. Algunas barajas carecen completamente de ella, mientras que otras añaden simbolismo astrológico, con un grado variable de elaboración.

A primera vista, es una característica bienvenida que se supone que aumenta y profundiza el significado de las cartas, y ayuda también a su interpretación intuitiva. Esto forma parte de la tendencia a aumentar las cartas con otros temas además de la astrología, como la Cábala, la numerología, la alquimia, el hermetismo, etc. Parte de ello ya se incluye como característica básica de la carta, como el gesto de las manos “como es arriba es abajo” del Mago, que es un principio básico del hermetismo.

Pero cuando se examina más de cerca, me parece que no se pensó mucho en asociar las distintas cartas del tarot con los elementos astrológicos. Las asociaciones parecen superficiales en el mejor de los casos, y a veces incluso incongruentes. Tomemos el Emperador, por ejemplo: tiene la asociación con el signo de Aries, y tradicionalmente incluso una representación de una cabeza de carnero como adorno de su trono. Entiendo que ambos representan el liderazgo (de algún tipo), pero ahí es donde termina la similitud, en mi opinión. Se piensa en el Emperador como la representación del principio masculino de crear orden a partir del caos, crear e imponer leyes, manifestar estructuras que gobiernen las sociedades y encarnar la figura paterna en general. Lo siento, pero me cuesta ver aquí la energía marcial, precipitada, impulsiva, espontánea, fácilmente pendenciera, del tipo actúa antes de pensar, de un Aries típico. Si acaso, el emperador me recuerda más a Capricornio.

Hay más ejemplos, como la vinculación de las cartas de la corte con los signos, o la vinculación más elaborada de planetas en signos para distintas cartas de arcanos menores. Por ejemplo, el 8 de espadas como Júpiter en Géminis, que por cierto es el tránsito actual. Es cierto que Júpiter está en detrimento en Géminis, pero me cuesta ver que esta combinación conduzca necesariamente a una sensación de atrapamiento, ya sea autoinfligido o real (el significado del 8 de espadas). Principalmente porque Géminis tiene una naturaleza flexible y adaptable, mientras que Júpiter es conocido por su expansividad optimista, es difícil imaginar que este tipo de experiencia, tal como la representa el 8 de espadas, emane de esas dos energías y principios. Si acaso, encajaría más que Saturno tuviera algo que ver con una sensación de atrapamiento, y que Piscis tuviera tendencia a no ver con claridad y al autosabotaje.

Personalmente, evito esas asociaciones y prefiero que mi tarot esté libre de ellas, y si veo alguna me esfuerzo por ignorarla. Para mí, sólo enturbian las aguas interpretativas y no ayudan mucho. Prefiero considerar que los arquetipos del tarot se sostienen por sí mismos y no se apoyan demasiado en la astrología, aunque como arquetipos es natural que existan algunos cruces. Lo que ocurre es que, al menos en algunos casos, el cruce indicado no existe del todo, en mi opinión.